Lo vacío está lleno…

Una frase muy espiritual aplicable a la heladera dominguera de verano con pocos recursos . La idea fuerza  nos desafía a darnos cuenta que quizás está repleta de oportunidades si le sumamos algo de la alacena, tampoco tan provista,  y mucho de actitud.

Hacemos el inventario de heladera y tenemos : 1 zapallito redondo , 1 berenjena mediana, 3 tomates redondos, 4 huevos, 1 pepino  , 2 zanahorias algo mustias, medio melon, queso blanco medio pote , yoghurt natural , 6 aceitunas verdes descarozadas y un resto de mis pickles caseros, 3 fetas de queso de máquina y 2 fetas de jamón cocido .

De la alacena tomamos : 1 paquete de pasta moños , 1 lata grande y otra chica de atún al natural y un paquete de queso rallado del bueno.

Ante todo a pelar las zanahorias y a derivarlas a terapia intensiva o sea al agua bien helada y a la heladera.

En segundo lugar poner a hervir el agua para cocinar 150 gr. de pasta moños , que enfriaremos y condimentaremos con aceite mezcla, queso rallado, un toque de provenzal deshidratado, las 6 aceitunas cortaditas , el queso de máquina con el jamón cortados en fina  juliana y lista la ensalada de pasta del chef para esperar en la heladera su momento.

A continuación  mandamos al microondas la berenjena como para asarla a potencia máxima previo pinchado de la cáscara. Mientras tanto ponemos a cocinar un huevo duro…

Al pepino lo pelamos parcialmente  y lo rallamos en la parte gruesa del rallador, lo exprimimos y lo sumergimos en el yoghurt natural condimentado con ajo en polvo, un toquecito de cebolla colorada que descubrimos en un rincón del cajón de las verduras y menta seca que siempre hay en el especiero. La sal a la hora de servir para que no quede aguado y  por ahora vuelve a la heladera en forma de tzatziki con hojita de menta y piñones .

Lavamos muy bien el rallador  y volvemos a rallar en la parte gruesa esta vez el zapallito también lo exprimimos bien y lo incorporamos a un bowl donde ya pusimos los 3 huevos restantes con 3 cucharadas de queso rallado y un puñadito de cebollas deshidratadas. Calentamos una sartén mediana, la rociamos apenas con rocío vegetal  y ponemos a cocinar la mezcla a fuego moderado, tapamos con un plato, cuando vemos que los bordes se separan , la damos vuelta con confianza y esperamos que se termine de hacer la fritatta de zapallito.

La berenjena y el huevo duro ya se enfriaron . Sacamos la pulpa con una cuchara la picamos groseramente , agregamos apenas un poco de cebolla cruda picada y el huevo duro idem condimentamos con aceite neutro, sal ahumada, un chorrito de limón y listo el caviar de berenjena. También vuelve a la heladera hasta la hora de servirlo y para que vaya tomando gusto.

Cortamos los tomates al medio los vaciamos y los ponemos boca abajo. Abrimos las latas de atún enjuagamos,  colamos, desmenuzamos y mezclamos con el queso blanco y un buen puñado de ciboulette de la huerta y los condimentamos con polvo de alcaparras recientemente adquirido en el barrio chino y una cucharadita tamaño café de gelatina sin sabor , rellenamos los tomates que vuelven a la heladera como tomates rellenos con mousse de atún.

El  medio melón casi se convierte en postre pero junto a 250 grs. de jamón crudo comprado a último momento por el proveedor habitual ocupó su espacio en la mesa.

No nos olvidamos de las zanahorias que ya recuperadas se juntaron con los pickles para calmar la ansiedad de los que no comen pan…

Finalmente podemos decir que lo vacío está lleno de ideas , de posibilidades y de invitados porque a nuestra mesa nos sentamos 5 adultos y 2 niñas a compartir y disfrutar del placer del encuentro.

Gaby Cohen