Sólo se trata de elegir…
Es innegable que salir a comer afuera hoy por hoy es una decisión que amerita hacer buenas elecciones.
El motivo, el lugar, las ganas de comer algo determinado , la compañia , son algunas de las variables que entran en juego a la hora de elegir especialmente para aquellos que en casa comemos rico y bien todos los días, modestamente….
Esta vez la salida fué en pareja, con ganas de innovar, es decir que la elección pasó por: ir a un lugar al que nunca habíamos ido para comer algo que no comemos habitualmente.
El elegido: La Carnicería. Fuimos muy temprano un viernes , sin reserva previa, con la idea de comer sentados en la barra y gracias a la atención de Paula conseguimos los dos últimos lugares.
La ubicación óptima para mirar las cuidadosas cocciones de la parrilla y los detalles de la decoración.
Frente a nosotros, como bartender invitado Mario Ferreira preparando sus increíbles gin tonic!
Quien además de servirnos el vino nos asesoró sobre la elección de los platos con mucha amabilidad.
Optamos por pedir dos entradas, una por vez para poder compartirlas y después ver como siempre, si existía la posibilidad de seguir con un principal o ir directo al postre, por eso de comer la porción justa y especialmente de noche.
El chorizo casero con los huevos y las mollejas crocantes sobre pastel de maiz sorprendieron nuestro paladar por la calidad de los ingredientes , la combinación de los sabores , el punto de cocción impecable y las cantidades perfectamente compartibles.
La leche asada fue el cierre perfecto para cerrar el menú que elegimos.
El lugar nos encantó , lo recomendamos y volveremos.