Punta del Este 2017
Llegar a Punta del Este y participar de la mejor temporada de los últimos 20 años es sin duda un privilegio.
Eso sí , los foodies experimentados devenidos en *viejenial que somos, evitamos las caravanas de autos hasta y desde la Barra , Manantiales y José Ignacio por lo que el circuito gastronómico , más allá de las invitaciones a las casas de amigos , no pasó de Punta Ballena, La Mansa, el Puerto y Beverly Hills transitando entre el revival y la modernidad.
Pachamama lugar de culto desde sus inicios hace ya treinta años elegido por los famosos ñoquis rellenos (que para nosotros fueron los primeros del 29 de 2017 ) que nos hicieron retroceder en el tiempo para recuperar los sabores y también la magia.
La nota es que el vino de Don Pascual lo llevamos y lo descorchamos ya que no hay carta disponible por razones religiosas.
También la corvina negra de anzuelo a la parrilla acompañada con su típica papa al plomo , en el nuevo local de La Marea es un clásico de todos los tiempos y pedida después de unas entraditas para compartir…
que habiendo mejillones se piden y también las gambas al ajillo con gusto a mar ambas para mojar el pancito y chuparse los dedos!!!
Para el día de lluvia una pizza con fainá con vista al mar en Miró resultó el mejor programa.
Pasar por la Tienda Inglesa y tentarnos con un chivito completo en Barny’s fué un gusto casi adolescente.
Igual que sentarnos como entonces, ahora en el renovado parador de I’marangatú y pedir el tradicional trío noventoso acompañado de un buen clericot por razones sentimentales…
Papas rústicas en lugar de las fritas de antes , el napolitano con presentación gourmet y los mejillones en su punto justo en un ambiente relajado y con magnífico entorno.
Un delicioso desayuno a modo de despedida en Felix lugar angelado si los hay, y las maravillosas puestas de sol de casi todos los días completaron una semana inolvidable.