Costumbres porteñas
A los que nos gusta comer rico y bien, sano y casero, gourmet y variado de tanto en tanto apelar a algún plato de la cocina porteña nos vuelve al eje. Es un punto de partida como para volver a empezar con la identidad fortalecida y listos para innovar.
Puchero
Vale un pucherito en su versión más light , sin chorizo ni panceta , que cumple con el objetivo especialmente en estos días de frío. En casa se hierve todo por separado con la ayuda del microondas.
Hay opciones variadas de puchero en cada casa su costumbre.
Pollo al horno con papas
También un rico pollo al horno con papas bien condimentado con orégano , pimentón y con sabor a infancia. Eso si, sin piel por favor… Y como hay tantas versiones como cocineras seguramente tendrás la tuya.
Bife con papas fritas y/o ensalada mixta
La estrella es un buen bife de costilla con papas fritas y ensalada mixta cual clásico almuerzo cotidiano de otros tiempos. Lo que en España llaman un combinado. En casa nos gusta bien jugoso plancha muy caliente vuelta y vuelta y la mixta con poca cebolla.
Zapallitos rellenos
Por lo de las fibras , el dilema con cáscara o sin cáscara resuelto de unos zapallitos rellenos con su pulpa, huevo, queso blanco y rallado aunque sin miga de pan remojada en leche como entonces.
Medio tuco medio pesto
Unos vermichellis medio tuco medio pesto a la manera de Pippo un homenaje con gusto a nostalgia que forma parte de las costumbres porteñas de todos los tiempos.
Torta pascualina
Y nada de tartas de puerro o de calabaza, una suculenta torta pascualina llena de huevos hecha con acelga o mitad y mitad con espinacas y con los huevos en crudo para que se cocinen en el horno y la masa comprada tamaño pequeño bien estirada.
Milanesas con puré
Un clásico, un comodin. Se sirven al menos una vez por semana en nuestra casa y en todas las mesas porteñas
Y de postre, si adivinaste el famoso vigilante!
En sus dos versiones fresco y batata y mar del plata y dulce membrillo. Los quesos habrá que reemplazarlos con port salut o pategras.
Buen provecho ! si gusta… El si gusta era otra costumbre porteña. Una respuesta automática al buen deseo para los que estaban o iban a comer, como un generoso gesto de hospitalidad , costumbre que algunos congéneres todavía conservan…